CONTROVERSIA III

Objeción III
 La sarta de Avemarías que mecánicamente rezan los católicos en el rosario, la condena la Biblia cuando dice: "Al orar no séais como los gentiles  que se imaginan que serán escuchados por su mucha palabrería" Mt 6,7

En primer lugar no son Avemarías y Padrenuestros que se dicen mecánicamente, el objeto principal de rezarlos es para que los fieles mediten los misterios de nuestra redención. El Señor con el pasaje arriba citado condena la ostentación que tenían los fariseos a quienes les gustaba dar espectáculo de su relación con Dios, mas bien que buscar su propia conversión.

Mas bien veamos quienes podrían ser los modernos fariseos al ver el siguiente versículo: "Cuando oréis no séais como los hipócritas, que prefieren orar de pié en las Sinagógas y en las esquinas de las plazas para exhibirse ante los hombres" Mt 6, 5

"No sean ustedes como ellos, porque su Padre ya sabe lo necesitan, antes que lo pidan" Mt 6, 8

Cristo quiere poner en relieve que somos hijos de un padre especial que todo lo puede y que nos ama a cada uno y nos pone como modelo el Padrenuestro que resume todo que como hijos debemos rezar a nuestro Padre. 

Por tanto es falso que Jesucristo condene las repeticiones en la oración. Él mismo repite en el huerto de Getsemaní las mismas palabras: "Padre mío, si es posible que pase de mí este cáliz, mas no sea como yo quiero, sino como quieres Tú" Mt 26, 39

También el salmo 136 (135) repite 26 veces "Porque su amor perdura para siempre".

En el libro de Apocalipsis 4,8 se lee: "Cada uno de los cuatro vivientes tienen 6 alas llenas de ojos a ambos lados y no cesan de repetir Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios el Señor del universo, aquel que era, que es, y que viene"

El Rosario está en la Biblia, y es un término que se deriva de rosa o flor. En lenguaje popular se reconoce la expresión "echar flores" a una joven -piropear-  Nada menos que un ángel enviado por Dios dijo estas sublimes palabras: "Salve, llena de gracia el Señor es contigo" Lc 1, 28

Querido lector, será que los evangélicos no conocen la Biblia, o será quizás que buscan otros intereses, y confunden a la gente sencilla con refinada y perversa malicia.
 





















    

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