ALMAS Y FIELES DIFUNTOS
Santo y saludable pensamiento es el de rogar por los difuntos, a fin de que se vean libres de sus penas, dicen las ¡ Escrituras, y a esta invitación tan autorizada vienen a juntarse los sentimientos, de caridad y gratitud, lo mismo que el propio provecho, para inducirnos a ofrecer oraciones y buenas obras en favor de las benditas almas del Purgatorio. La Caridad Los que padecen en estas llamas acerbas, aunque temporales, son almas redimidas por Cristo, y hermanos nuestros en la que nada pueden por su libertad, y sólo confían en la generosidad de los fieles militantes en la tierra. La Gratitud ¿Por ventura en este lugar de tormento, no habrá algún miembro de nuestros familiares, algún buen amigo o alguna persona que nos hicieron bien? El Propio Provecho Las almas del Purgatorio nada pueden para sí, pero mucho nos han de alcanzar, porque son almas santas que Dios ama y atiende; y cuando nuestra caridad las haya librado de sus penas, sabrán remunerarnos con su poderoso valimento a