LEYENDAS DE CUSCATLAN

LA CARRETA CHILLONA
Se cuenta que en pueblos allende en el tiempo se oía a la medianoche una carreta que al caminar hacía un chillido como cuando no engrasaban los cojinetes de las ruedas. Este tipo de carretas eran usadas por los labradores en sus campos de cultivo. Esta carreta tenía la peculiaridad , según el decir de muchas personas que la vieron, no tenía a nadie que la condujera, ni yunta de bueyes que la llevaran. Otra particularidad era, de que el mastil de la yunta iba erguido. Se cuenta en mis ancestro un episodio que les ocurrió en una noche, se oyó el chillido característico de la carreta que venía subiendo en una cuesta, a la mitad de la cuesta vivían ellos, y dentro del silencio de la noche lloró una niña de la casa y al momento la carreta que venía subiendo se fue de retroceso, luego se oyó su rechinar ya a lo lejos.
Bueno en verdad esta es sólo una historia de entre muchas que se cuentan de esta extraña carreta que aparecía por las noches y que se diluye con el paso del tiempo.

EL CADEJO

Se ha conocido a través del tiempo otra leyenda que ha subsistido por medio de testimonios orales y es acerca de El Cadejo. Era este un animalito parecido al perro, aunque un poco más pequeño. Se dice que había un negro y otro blanco. El negro se aparecía a los hombres y el blanco a las mujeres. Solía aparecerse a los viandantes que recorrían los solitarios caminos de antaño, y se dice que su misión era protejer a las personas, sólo se volvía en contra de ellas si se les hacía un ademán de querer atacarlo, las personas en este caso quedaban " jugadas" en vocablo nuestro. Si el viajante se lo encontraba echado adelante en el camino esto significaba que tenía que regresarse pues había un peligro adelante. Bueno así en pocas palabras he querido dar una remembranza de estos íconos lejendarios de Cuscatlán.