LA SALVE
Abogado según doctrina humana es alguien que intercede por una persona entidad o asociación para velar por sus derechos y por la justicia si estos han sido violados y que entraña para los mismos una acusación jurídica. Según la doctrina católica los cristianos católicos tenemos una abogada que intercede por cada uno de los bautizados y en especial por aquellos que buscan en especial su auxilio, nos referimos a la Santísima Virgen María.
Santa Brígida oyó decir en un extasis a Jesús: "Madre ningún favor me negaste en la tierra, y ningún favor te negaré yo en el cielo" Estas palabras dichas por Jesús le dan a la Virgen el poder grande de intercesora o lo que es lo mismo de abogada de la humanidad.
Por supuesto que los Santos cumplen con esta misión también con la diferencia de que ellos sólo pueden interceder sobre ciertas causas, en cambio la Virgen tiene el poder de interceder sobre todas las cosas inclusive sobre nuestra salvación.
El Papa Inocencio III afirmó esta soberanía de la Virgen cuando dijo: "Quien invocó a la Virgen y no fue oído por ella. ¿Quien imploró su poderoso auxilio y se vió desamparado? " Tenemos pues la certeza de saber que lo que la Virgen pida por los pecadores será escuchada por su Hijo.
Ella es como una Abogada que está intercediendo por nosotros ante el Juez, que puede ejecutar sentencia de condenación eterna contra nosotros; pues por su función de Madre está de contínuo abogando por cada uno de nosotros para que no nos falte la gracia de Dios, y si esta la perdemos la recobremos por su auxilio de Madre.
A TI CLAMAMOS LOS DESTERRADOS HIJOS DE EVA
Al principio de la creación Dios quería que el hombre viviera en eterna dicha para que lo aclamara y adorara a Él solamente. Desgraciadamente el hombre escogió el camino de la desobediencia, arrastrando en esa desobediencia a todo el género humano; por eso en la Iglesia en la Salve dice:" A tí clamamos los desterrados hijos de Eva".
Por Eva, la madre de la humanidad, fuimos desterrados del paraíso, y ahora sabiendo que perdimos la gracia inicial que Dios le dió al hombre, recurrimos a nuestra Madre espiritual y pedimos su protección, su amparo y socorro; por toda nuestra familia y amigos.
En ese anhelo de esperanza de volver a la patria celestial recibimos de parte del Padre, la donación de su Hijo que se convierte en hermano y Señor nuestro, a la vez recibimos como dádiva a una Madre Celestial.
En el transcurrir de los siglos se encuentra este mensaje de Jesús dado a Santa Gertrudis en un éxtasis: "Madre mi poder infinito te concede que emplees generosamente la misericordia en favor de los pecadores que imploren tu socorro. Tienes licencia para prodigar hacia ellos toda tu compasión como mejor te parezca.
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