MEDITACIÓN DEL PADRENUESTRO

Breve meditación de la oración del Padrenuestro, según San Cipriano: "Cuando en la oración le hablamos a Dios con sus propias palabras, como sucede con el Padrenuestro, esto le parece a Él suave y familiar.
El Padre reconoce las palabras de su Hijo mientras rezamos la oración. Ponemos en nuestros labios las palabras que nos enseñó nuestro Redentor.
Jesús al enseñarnos el Padrenuestro quiere que no oremos egoístamente sino que oremos por todos.
En esta oración no pedimos por uno solo, sino por todo el pueblo. No pedimos el pan para uno solo sino para todos, no que nos perdone nuestra deuda personal sino la de todos los deudores del mundo ni que libre del mal y la tentación al que está orando sino a todos que en la tierra corren esos mismos peligros.
Padrenuestro que estás en los cielos
No es un jefe político al cual hay que exigirle por medio de una manifestación. Ni un rico patrón al cual hay que convencerlo exagerando nuestro dolor. Es un Padre y ayuda a sus hijos en todo lo que necesita.
Santificado sea tu Nombre
A tu persona Señor que reconozcan tu santidad; que te amen, que te adoren, que te rindan culto. Que te ofrezcan el respeto que Tú mereces.
Venga a nosotros El tu Reino
Que nosotros te dejemos reinar en nuestra conducta, en nuestras palabras, acciones y pensamientos. Que reines en nuestros hogares, trabajos y sufrimientos.
Hágase tu voluntad
Porque el demonio, el mundo y la carne se oponen a ello, Señor; que podamos repetir con Jesús: "No se haga lo que yo quiera, sino lo que Tu quieres".
Así en la tierra como en el cielo
 Porque la carne es débil y no deja obrar debidamente al espíritu. Porque los bajos instintos van contra lo que quiere nuestra alma y el bien que queremos hacer no lo hacemos Que hermoso pedir cada día que se haga la voluntad de Dios en la tierra, así de como de maravilloso se hace en el cielo.
Danos el pan de cada día
Lo que necesitamos hoy en el presente  para poder subsistir dignamente en nuestro cuerpo . Danos el pan corporal y el espiritual
Y perdona nuestras deudas
Es un recuerdo de nuestro pasado. No podemos cometer el error de creernos sin mancha. Tenemos que convencernos de que estamos manchados en el alma y que necesitamos pedir el perdón a Dios de tantas faltas que hemos cometido.
Como perdonamos a nuestros deudores
Que maravilloso fuera que se cumpliera esta máxima, pues hemos de considerar que si no perdonamos Dios a nosotros no nos perdonará.
Y no nos dejes caer en tentación
El enemigo del alma nada puede hacer sin el permiso de Dios. Hay que pedir a Dios que no le conceda ese permiso, pues si tiene ese permiso lo cierto es que seremos vencidos.
Mas líbranos del mal y del maligno
En esta última petición esta resumido todo lo malo que pueda sucedernos. Los males espirituales, los males físicos y los males económicos.

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