PROMESAS DE LA DIVINA MISERICORDIA
Estas promesas fueron dictadas por el mismo Jesús a Sor Faustina Kowalska, en Polonia de 1931 a 1938.
Es una fuente inagotable de gracias que Jesús quiere resaltar en nuestro tiempo; no es algo novedoso; su Misericordia ha sido siempre un don dado a los hombres para su salvación.
PROMESAS
1- Prometo que el alma, que venere ésta imágen (de la Divina Misericordia), no perecerá.
2- A las almas que difundan el culto de mi misericordia, las protejo durante la vida, como una tierna madre protege a su niño todavía lactante y en la hora de la muerte, no seré para ellos Juez, sino Salvador misericordioso.
3- Este es un signo para los últimos tiempos, después de los cuales, llegará el día de la justicia.
4- Toda alma que cree y tiene confianza en mi misericordia, la obtendrá.
5- Mi corazón, es la misericordia misma.
6- Ninguna alma, que ha invocado mi misericordia ha sido desilusionada, ni confundida.
7- Aunque alguien haya sido el más grande pecador, no lo puedo castigar si apela a mi piedad, sino que la justifico en mi insondable e impenetrable misericordia.
8- Cuanto más grande es el pecador, tantos mayores son los derechos que tiene a mi misericordia.
9 Tengo una predilección particular por el alma que tiene confianza en mi bondad.
10- Derramaré todo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen a la fuente de mi misericordia.
11- En la hora de la muerte defenderé como a mi gloria a toda alma que rece la Coronilla de la Misericordia, y también a otras almas que la recen cerca de un agonizante, obtendrán para el agonizante el mismo perdón.
COR JESUS CHRISTE
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